domingo, 24 de junio de 2018



DON SISTO

Ana María Caillet Bois - Córdoba Capital

Esta noche no voy a dormir, yo me conozco. La ansiedad me da vueltas alrededor como cuando voy a la calesita.
Tengo cinco años y mañana comienzo primer grado; cuelga un blanco delantal que me asusta, los moños para el cabello, todo preparado.
Me levanto del almuerzo sin probar bocado, a las trece horas deberé estar en la escuela.
Nos sientan a mi hermana gemela y a mí en  sillas diferentes y mi hermana mayor y mi mamá nos peinan, nos ponen el delantal, los zapatos nuevos y un portafolio más grande que nosotras,
Mamá y su mejor amiga y vecina nos llevan de la mano.
Mis ojos asombrados van cada vez más abiertos, siento una mezcla de alegría, curiosidad y un poco de miedo.
En el portón,  que da al  patio de la escuela, la primera sorpresa. Hay un señor sentado en el suelo y todos los chicos alrededor de él. Tiene un gran canasto con facturas  cubierto con una servilleta amplia y blanca.
Yo veo todos los chicos mayores con monedas en la mano y mamá pone en las mías la misma cantidad y me dice que elija lo que voy a comer en el recreo.
Una sonrisa enorme, la del señor que tiene los ojos distintos.  Mira siempre para arriba, me explican que es ciego, que no puede verme pero que siente que estoy ahí.
--A vos, Chiquita, cuál te gusta, la de crema pastelera --
¿Don Sisto tiene los ojos en la sonrisa? Le pregunto a mamá, sino cómo sabe cuál es la que me gusta.
Ana María Caillet Bois


lunes, 28 de mayo de 2018

la gota


La  gota  ANA MARIA CAILLET BOIS
El aire dormido en el jardín espera…
De pronto se despierta en un callado silencio.
Cae con fuerza, las calles de tierra se vuelven lodo.
Salgo a chapotear bajo la lluvia, siento el barro pegado a mis zapatos recién lustrados.
Necesito llenarme de gotas: gordas, grandes, de seda, pero, una gotita chiquita , traviesa, cae por mi flequillo y se posa en mi nariz, me hace cosquillas. De un solo salto certero se instala en mi boca.
Trato de no hablar, no quiero que se muera, pero el temblor de mis labios cuando me besa me
llena de una algarabía gozosa.
 Recorre mi cuerpo con pereza y cae transparente, distinta.
La sigo, llega a la esquina , dobla a la derecha,  corre hacia el jardín y salta mansamente entre las rosas.
Me alejo, siento un cosquilleo de miedo, la pequeña gota me sigue, trepa a mis zapatos recién lustrados, recorre mi cuerpo, besa mis labios, se posa en mi nariz y se esconde en mi flequillo. Lo usa de trampolín y se va nadando por las calles de mi pueblo.


La gota

miércoles, 25 de abril de 2018

sperar  tantos años como yo para se feliz?-
Argentina   Ana María Caillet Bois

Para el tintero  de oro ( Mayo)

domingo, 18 de marzo de 2018


Operación escape


Como un engranaje muy bien aceitado comienza la operación escape.
Descalzos, en puntas de pie, salir al patio, cruzar el tapial, trepar por las
ramas del árbol más lindo y, cual cirujanos, tocar uno a uno sus frutos
maduros. El deleite llega cuando en cada mano resbalan los granos rojos, rojos y
brillantes. Resbalan despacio y crujen los dientes, refrescan gargantas y ensucian la
ropa.
Quedamos dormidos debajo del árbol, con la cara sucia y la risa franca.
ANA MARÍA CAILLET BOIS
Argentina
Facebook: www.facebook.com/ana.cailletbois

Para el Tintero de oro

viernes, 23 de febrero de 2018







—La trenza-- Ana María Caillet Bois—

Cuando sonó la campana, todos formamos una fila para entrar al aula. Llevo escondida en mi portafolios mi muñeca de goma y a la noche cuando me acuesto charlamos. Delante de mí se sienta una niña que no conozco. Se llama Etelvina y tiene una trenza tan larga y tan gruesa que llama mi atención.
Estoy aburrida, veo la trenza de Etelvina y juego que es una hamaca, una hamaca que vuela tan alto, tan alto que casi, casi me resbalo. Desde ahí veo a  mis compañeros chiquitos y yo crezco hasta tocar el techo, me convierto en un mosquito y paseo por todos los pupitres.
Una goma de borrar se rompe, no importa, total sigue borrando. Viajo en la trenza de Etelvina y el sonido de la campana me alerta.
¿Cómo, ya hay que volver a casa?
Me gusta cuando la campana me habla con su voz gruñona.



viernes, 19 de enero de 2018

para El Tintero de Oro Obsesion

Para El Tintero de oro
Obsesion                    Ana María Caillet Bois


Carlos es un admirador del escritor argentino Laureano Peña,quien esta
 a punto de presentar su nuevo libro en Córdoba.
Aventuras en África, que así se llama la novela, es la tercera
entrega de una saga en la que se describen las andanzas de

un grupo de cazadores de grandes presas.

 Laureano conoce la existencia de este sujeto que lo sigue a todas

 partes, pero aunque la situación  no le gusta nada no logra descubrir su

identidad. 

Le molesta esa sombra que lo acecha y quisiera sacársela de encima 

algo que, sin embargo, parece hallarse fuera de sus posibilidades.

Carlos , por su parte, es cuidadoso en exceso, planifica todo con

mucho tiempo de antelación, no deja nada librado al azar, ha leído todos

 los libros anteriores del escritor hasta aprenderlos de memoria. En este

caso particular, hace más de un mes que ha comprado los pasajes para

 viajar a Córdoba y asistir a la presentación; no ve el momento de tener 

el libro entre sus manos para poder leerlo.

Laureano presiente que hoy lo encontrará y ha preparado

varias alternativas para sacarse de encima a tan molesto admirador.

 Sabe que el libro puede ser el vehículo para terminar con él de una

buena vez.

Cuando arriba a  Pajas Blancas con el libro autografiado Carlos

está feliz. A duras penas domina la ansiedad y no ve el momento de

relajarse en el asiento del avión para comenzar la lectura.

 Llega con el tiempo justo para el embarque y trata por todos los medios 

de evitar que los nervios le jueguen una mala pasada. Es habitual que la

 angustia le produzca espasmos y hasta le levante fiebre.

Por fin, se sienta y comienza a leer. Cuando un rato después de haber 

decolado, la azafata hace su rutinario paseo por el pasillo y le pregunta

 qué desea tomar, el avión atraviesa una zona de turbulencias, se agita 

de un modo tan marcado que muchos pasajeros se asustan. Sin

embargo, Carlos ni se entera; ya va por el tercer capítulo cuando el

 grupo de avezados cazadores, que han penetrado furtivamente en el

 Parque Nacional Masai Mara de Kenia y tratan de eludir a las unidades 

especiales que combaten los depredadores, es atacado por una manada

 de feroces leones.

El avión ha pasado la zona de turbulencias. Las azafatas recorren de

nuevo el pasillo para recoger las bandejas y una de ellas advierte que

 Carlos yace derrengado en el asiento, con los ojos cerrados y el libro a 

punto de caer de las manos, atravesado  por el disparo de Marlon 

  Stevens, uno de los cazadores.

Una mancha roja crece en el pecho del infortunado lector… es posible,

conjeturo, que Laureano Peña se sienta por fin aliviado por haberse

sacado un peso de encima.









martes, 2 de enero de 2018

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Ana María Caillet Bois

Maestra Normal Naconal, Prefesora de Nivel Inicial. Jubilada como Supervisora deNivel Inicial-
Sus títulos mas importantes: Madre y Abuela.Dos hijos y tres nietos .
Vive en la  ciudad de cordoba
Ganadora del premio Maestra Ejemplar en 1994
Ganadora  del concurso Municipalidad Córdoba en   Poesía y en relato breve en el añom2003
Publicó los libros Café para dos de poesía y Pequeñas historias de  microtelatos..
Miembro del taller literario de la Fundación Pro Arte con quien  publicó 20 antologías
Participa en antologías y revistas cultrales en Argentina,Chile, Perú, España,.
Participa en el diaario La matanza Pcia. de Buenos Aires y en El narratorio de Buenos Aires
Editora de Córdoba breve..
Autora de la página Cultura Ana María Caillet Bois
Autora del blog Cuentos para entretenerse

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