miércoles, 25 de abril de 2018

sperar  tantos años como yo para se feliz?-
Argentina   Ana María Caillet Bois

Para el tintero  de oro ( Mayo)

21 comentarios:

  1. Muchas veces hemos deseado traspasar la pantalla y protagonizar esa aventura que siempre hemos querido vivir en persona pero que nos resignamos a contemplar y mantener solo en nuestra imaginación. Quién sabe si, de ser posible esa permutación mágica, lo que nos depararía la nueva vida sería tal como lo hemos imaginado.
    Un abrazo.

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  2. Hola Ana María... ¡y a mí que me recordó a la peli “La rosa púrpura del Cairo”!
    Es la primera impresión... ya volveré Ana María y te hago un comentario más a fondo compañera que solo he hecho un vuela ojos rapidito.
    Hasta pronto.

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  3. A veces cuando miramos una película y nos gusta, podemos querer ser uno de los protagonista.Es como cuando se lee un libro si no nos metemos en la historia a veces no entendemos. Un abrazo

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  4. Poco palabras y mucho contenido. Es un buen regalo que pide puntuación acorde con el contenido. Gracias por el aporte

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  5. Traspasar al otro lado de la pantalla es el sueño de todo cinéfilo. Original el desenlace con ese singular cambio de papeles.
    Suerte en el concurso de "El Tintero"
    Te invito a conocer mi blog: castroargul3.blogspot.com.es
    Saludos cordiales, Ana María.

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  6. Gracias, Ana, por participar con este relato en EL TINTERO DE ORO. Un abrazo y suerte!!

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  7. Hola Ana Mª la compañía de la imagen, el papel del protagonista. Enamorado. Cuantas veces podemos vivir esos papeles que nos dan a la carta (yo lo hago a menudo). Muy original compañera.

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  8. Hola Ana María.
    Es una delicia venir a leer tus cosas y aprender. Por que hay talento y oficio detrás de tus letras.
    Me encantó cómo llevas la trama y la naturalidad con la que le regalas al protagonista la posibilidad de vivir otra vida simplemente pasando a través de la pantalla. No hablas de su soledad sino que nos muestras su enamoramiento, soñando una historia de amor en la madurez de sus días. Y todavía le queda lugar para que apenarse del actor, esperando en el sillón para ser feliz algún día.
    Una belleza.
    Te deseo la mejor de las suertes en el concurso del tintero.
    Ariel

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  9. Hola, Ana María: Excelente tu cuento, en el que caben cómodos los ensueños y las ilusiones, y se abre la puerta para el desenlace fantástico. Un relato "profesional".

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  10. Un relato muy bello, Ana. ¿Fantasía, realidad, sueño,...? Qué más da. La vida es un sueño y los sueños, sueños son.
    Un saludo.

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  11. Dónde acaba la realidad y dónde empieza la fantasía? Que más dá! Tu protagonista es feliz y eso es lo único que le importa.

    Un abrazo

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  12. Hola de nuevo Ana Mª.
    Nunca he sido mitómana, pero entiendo a quienes para escapar de una realidad con falta de incentivos, el cariño entre otras premisas, “inventen” otras realidades paralelas... los que escribimos tenemos esa oportunidad de ser escapistas..., pero bueno, a tu relato: bien que siendo mujer utilices la voz masculina y la hagas creíble cuando adora a la estrella de la pantalla. Está lograda la admiración . Quizás, y digo solo quizás, el deseo de envejecer junto a ella peinando canas, como cuentas, es más propio de nosotras las mujeres, aunque ese es otro de los mitos algo caduco ya, pensar que a nosotras nos va lo de “para toda la vida” y a ellos menos… aunque el prota del corto tiene tanta necesidad de afecto que supongo tu intención es eternizar ese amor.
    Te gusto rizar el rizo ¿eh Ana? Casi al final intercambias los roles y le das una vuelta más de tuerca.
    Cómo te dije en un comentario anterior, me recordó a la peli “La Rosa Púrpura del Cairo”
    Un curioso corto compañera. Suerte en el tintero y hasta pronto Ana Mª.

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  13. Me gusta la historia. Tal como comenta Tara hay un cierto aroma a la Rosa Púrpura, aunque me inclino más por el viaje de ida y vuelta del protagonista en la última curva del camino con la duda "hamletiana" presente :
    ...Yo pudiera estar encerrado en la cáscara de una nuez y creerme soberano de un estado inmenso... Pero, estos sueños terribles me hacen infeliz. (Hamlet, ACTO II, Esc 7). Claro está que la cáscara de nuez que nos acompaña hasta el final puede ser ese sillón orejero, y las aceitunas jeje...
    Un buen relato, resuelto con elegancia. Gracias

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  14. Un interesante relato, Ana María. Para el protagonista los límites de la realidad y de la ficción son tan tenues que al final ha podido pasar de un plano a otro. Ha encontrado la felicidad, supongo que eso es lo que cuenta aunque sea en una película :))

    Un saludo y mucha suerte en el concurso.

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  15. Hola Ana María, un precioso cuento, una narración excelente. Me encantó dejarme llevar, luego sucede lo imprevisto, un cambio de roles. Como cada lector se adueña de la obra en el mismo momento de leerla. Para mí, tu personaje, se marcha, allí de donde no se regresa, por eso dice que ya no estará solo nunca más. Ve de pronto todo nuevo y el actor sentado en su viejo sillón, que es él mismo...así he he hecho mío tu cuento. Felicidades pícara Ana María. Un abrazo.

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  16. Disculpas, se ha escapado dos veces"He"

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  17. Hermoso viaje al centro de la pantalla. Me ha recordado la película de Woody Allen Allen "La rosa púrpura del Cairo". Como en ella, tu narrador se salva de la vida mediocre que lleva gracias a la magia del cine. Fantástico.
    Mis mejores deseos para el Tintero

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  18. Me ha gustado mucho este relato. Curioso enamoramiento y, más curioso, el traspaso de papeles entre el actor y el protagonista. Mucha suerte en El Tintero. Un saludo.

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  19. La magia del cine y del amor nos salva muchas veces de la tediosa costumbre.
    Un abrazo.

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